Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


sábado, 19 de febrero de 2011

Nanorrelato nº 41. El casillero

Y llegó el día, sí, ese que parecía que nunca iba a venir, que jamás acudiría. A pesar del calvario pasado durante  el  breve tiempo precedente a su jubilación anticipada, corto pero eterno, no había salido “mal parado”. Pero ese final correcto y justo, no era suficiente para calmar la tristeza que sentía, la injusta y a destiempo desesperación que le envolvía. En toda su vida al frente de la recepción de su magnífico hotel, siempre había estado al servicio de su verdadero jefe: El casillero. Sí, ese maravilloso enjambre situado a su espalda ¡Cómo era eso posible! ¡Cómo no iba a volver a sentir aquellos huecos rellenos hasta los topes de…vida! ¡Cómo haría para desentenderse de tantas noches de amor, de amistad, de triunfo, de desesperación…! << ¿Pero es que nunca se han fijado en mí?>>  Sí, él jamás había desfallecido en su misión. Nunca había consentido que nada se supiera, jamás había permitido que nada saliera, se derramara, de aquellas cavidades maravillosas. Nunca más volvería a ver su imponente fachada. Claro, ya era un jubilado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario