Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


viernes, 30 de septiembre de 2011

Nanorrelato nº 148. La chimenea

Una de sus múltiples vidas, quizás la más destacable de todas hasta el momento, fue aquella en la que pasó dicho tramo temporal en forma de chimenea. No era una chimenea de fábrica, grande y lustrosa, importantísima para mucha gente y…, de difícil defensa desde el punto de vista del cambio climático. No, era una chimenea pequeña, de casa normal. Tenía un buen tiro, el cual permitía holgadamente calentar el hogar de su dueña. Pero un buen día, confiada, perdió el sombrerete que protegía el conducto de las lluvias y demás inclemencias, con lo que en el primer aguacero las llamas inferiores se apagaron, con la consiguiente bajada de la temperatura y malestar de la dueña. Intentó explicar que ella no tenía “toda” la culpa, de hecho reaccionó lo más ágil que pudo y consiguió otra protección mucho mejor y más duradera que la perdida. Pero su dueña pensó que había sido el colmo su comportamiento y, sin mediar palabra, o mediaron pocas, en un antes y un después rapidísimos, la sustituyó por una estufa de butano, con lo que ya no era necesaria, es más: molestaba; así que la taparon con un sólido muro y, el resto de esa vida  hasta la siguiente reencarnación, la pasó en silencio. Bueno, en silencio y echándose la culpa, comportamiento por otra parte normal entre las chimeneas.

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