Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


viernes, 28 de septiembre de 2012

Nanorrelato nº 219. La alegría y Freud


El hombre, sueco o finlandés, no hablaba español…, ni francés, ni inglés, ni esperanto, ni nada de nada; ni tan siquiera hacía señas, ni movía los ojos y apenas pestañeaba. La única conexión con el otro ser que tenía delante era una frente perlada, la cual indicaba el sufrimiento que circulaba a gran velocidad dentro de su bóveda craneal. Con esa parca información, su médico intentaba disminuir la presión para, a su vez, aminorar el dolor. En un rato no muy largo, ambas frentes se encontraban igual de sudorosas. En ese instante de equivalencia se produjo la magia del inicio de la curación, y el sudoroso más histórico rompió a llorar tumbándose de verdad en el diván, con lo que la frente del médico se secó de inmediato gracias a la alegría producida.
Acrílico y esmalte sintético sobre lienzo (90 x 71)

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