No sé querer. No tengo ni la más
remota idea. Cuando me enamoro, es tal la intensidad que pongo en ello, que
dicho maremoto acaba por destruir la pareja. ¡Qué daño me ha hecho leer tanta
poesía! Debería de guardar algo, algo de energía quizá. Me desespero porque sufro
innecesariamente sabiendo de antemano la solución, que es lo gordo del tema. Prometo
una y otra vez que voy a ser más conservadora, que voy a pensar un poco en mí y,
sobre todo, en esa relación estable que tanto añoro…pero nada, siempre meto la
pata… la pata frontal, para ser más
exacta. Si es que soy una mantis
religiosa sin solución. ¡Otro que me como! …y mis ojos compuestos llenos de
lágrimas ¡Qué desesperación!
Fabuloso! ¿Estás seguro que no eres un familiar perdido de Monterroso? :D
ResponderEliminarOtro piropo acojonante!!!!! Un saludo muy fuerte
Eliminar