Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


martes, 20 de octubre de 2015

Nanorrelato nº 420. El camino bueno

Había una vez dos caminos que corrían superpuestos. Se habían encontrado en un cruce y decidieron, en su día, seguir no ya unidos, sino exactamente juntos. La felicidad lo inundaba todo: las piedras, los charcos, los carteles indicadores, incluso si alguna fruta caía desde algún árbol cercano y rodando acababa en ellos, se endulzaba por ósmosis de la dicha que corría. Una mañana, temprano, se encontraron que había hombres y máquinas trabajando justo después de una curva. Dichos humanos premiaron a uno de ellos, que siguió. El otro se quedó un tiempo esperando la ayuda de su “eterno compañero”, pero…ya no era un camino, sino una autopista con problemas y preocupaciones de una gran vía, con vehículos que circulaban a altísima velocidad, zonas de descanso, gasolineras cada cincuenta kilómetros…etc, y por tanto, ya no podía hacer nada por él. El chiquitín, una vez asumido su (digamos) destino, siguió su viaje hacia la montaña, dando servicio a pequeños carruajes y transeúntes casuales. Lo curioso es que ambos fueron felices, dentro de lo dichoso que se puede ser siendo  autopista o vereda, claro está. He de añadir que el camino pequeño, de vez en cuando, se pregunta si su antiguo compañero no fue siempre una autopista, aunque prefiere pensar que no y recordarle como un… sendero bueno. FIN.  

1 comentario:

  1. En relato tan ocurrente como bien encaminado. Se ve que se me escapó leerlo en octubre.
    Un abrazo, Pedro

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