Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


viernes, 22 de julio de 2016

Nanorrelato nº 430 ¡Viva el hormiguero!

Érase una hormiga que se aburría de su monótono trabajo. Durante mucho tiempo mantuvo esa sensación en secreto; pero un día, mientras transportaba un trozo de chuche hacia su hormiguero, se lo contó a la compañera de al lado, la cual se enfadó muchísimo contestándola que decir eso era menospreciar a toda la colonia, que siempre había sido así la vida de las hormigas y que lo que tendría que estar era orgullosa de ser y hacer lo que miles de generaciones antes habían hecho. Nuestra protagonista no volvió nunca a decir nada a nadie. Siguió realizando sus tareas habituales, y ni tan siquiera al terapeuta de la colmena, cuya función era que todos los componentes de la sociedad estuviesen sanos para que el objetivo colectivo saliese adelante, que la citó en su consulta porque la veía rara, le contó la verdad, ya que como dijo aquel día su compañera de transporte: esa sensación era la traición misma y ella no era una traidora ¡Viva el hormiguero!

1 comentario:

  1. La individualidad y el pensar por sí mismo a veces es visto como una rareza, cuando bien podría enriquecer el conjunto.
    Un abrazo, Pedro

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