Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


jueves, 27 de abril de 2017

Nanorrelato Nº 465. Asbjorn, el vikingo

Corría el año 1017 en una pequeña aldea vikinga. Sus componentes masculinos, cuando lo consideraban, montaban en su flamante barco e iban a saquear pueblos lejanos. Nuestro protagonista, Asbjorn, era un vikingo de pura cepa, sólo que la espada la llevaba de adorno. Su arma real era la lira, y durante el viaje de ida y el de vuelta, animaba a sus compañeros en su ardua tarea. Pero realmente Asbjorn estaba un poco harto de su cometido ya que tenía la sensación de que era algo parecido al hilo musical, que hace más liviano el trabajo pero que nadie le da importancia. Y Asbjorn tocaba y recitaba a lo más importante de su vida: el amor y el desamor. Claro, el siempre bajaba el último en los ataques (así se lo había ordenado el capitán)  y cuando llegaba a la saqueada aldea con su lira, en las mujeres y hombres a los que acababan de robar todo sus colegas, no despertaban mucho interés sus rimas amorosas. Así que a la vuelta de uno de los viajes, le contó al hechicero su problema, y éste, que era un mago acojonante, le proporcionó una pócima para que se adelantara mil años exactamente y viera si en esa época futura su arte tendría mayor consideración <<Algún día estos bárbaros dejarán de saquear. Mira a ver si eso es cierto. Yo creo que te irá bien. De hecho te doy un segundo frasco de poción por si decides quedarte allí para siempre>> Y allí fue Asbjorn, al 2017. << ¿Ya estás aquí? Cuéntame, ¿cómo es el futuro? >> Y nuestro vikingo poeta le relató que le habían llamado perroflauta, que: ¡cómo iba por ahí con una lira!; y que un niño, cuando decidió volverse a su época y tiró la pócima de la permanencia a un río, le dijo que era un sinvergüenza porque eso se deja en el contenedor de orgánicos. <<Malos tiempos…siempre, para los poetas, pues>>, exclamó el mago.

3 comentarios:

  1. Cada época tiene sus costumbres, y hay personas y personajes que nunca parecen encajar del todo en ninguna.
    Un abrazo, Pedro

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  2. ¿El problema de Asbjorn era más espacio que tiempo? Le hubiera ido mejor en la corte o en una plaza que en un barco de guerra, o en un conservatorio en lugar de un museo...

    Claro que entonces nos hubiéramos perdido la gracia del contenedor de orgánicos :)

    Saludos!

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