Un trocito de....

"Quizá tuvieran razón en colocar el amor en los libros... Quizá no podía existir en ningún otro lugar" Willian Faulkner


jueves, 2 de noviembre de 2017

Nanorrelato Nº 476. Angola

Cayó fulminada. Los ojos de la impotente madre se arrojaron sobre aquel todopoderoso occidental que no había podido salvar la vida de su hija, la cual sólo tenía hambre…, desde siempre. Por la  cabeza del formado médico, de forma automática, pasaron síndromes, niveles de electrolitos, ósmosis, dobles membranas lipídicas, proteínas diversas, y no sé cuántas jilipolleces más, intentando, como había hecho siempre, justificar científicamente el por qué se había muerto la paciente. Pero, de la misma forma que una brizna de hierba atraviesa el duro asfalto aunque parezca imposible, ese execrable acontecimiento hizo que fuera más humano para siempre, aunque…, como todo tiene su precio, sobre todo en el mundo de Freud, todas las noches cuando está solo se toca en el corazón las dos úlceras, una por cada ojo, que le tatuó  la madre al vomitar a ciegas la injusticia que llevaba dentro. Y no se lo dice a nadie. Es el dolor, su secreto, el que le recuerda que es mejor, mucho mejor.


Para mis amigos FER (Dr. de la Calle)  y Belén (Dra. Fernández). Allá en Angola…..

No hay comentarios:

Publicar un comentario